la frustración del neurótico, un llamado a la transformación.

Este artículo lo dedico a las personas que no se resignan a su historia y la transforman.

 

¿Todos somos neuróticos?

Frente a determinadas situaciones todas las personas podemos tener comportamientos neuróticos, la principal característica de estos comportamientos es una reacción exagerada ante un estímulo.  Sin embargo, vivir de forma neurótica es un problema no solamente para la persona que sufre la neurosis sino para los que en algún momento tienen que interactuar con ella.

Ahora en la clínica, el término neurosis es reemplazado por una serie de trastornos que tienen características y tratamientos específicos, sin embargo en este artículo utilizaré la palabra “neurosis” porque es la más conocida a nivel general.

 

pensamientos inadecuados.

Se sabe que los pensamientos generan sentimientos y emociones,  entonces será que somos lo que pensamos;  en el caso del neurótico esto se puede evidenciar.  Los pensamientos que le acompañan frecuentemente son de alguna forma muy agresivos; suelen ser pensamientos pesimistas, de pérdida, de catástrofe, pensamientos de miedo, suelen aparecer sospechas infundadas frente a los demás, pensamientos perfeccionistas, rígidos, prejuiciosos, de inadecuación frente a las circunstancias, pensamientos de descalificación a sí mismo y a los otros.  La permanencia de estos pensamientos en el tiempo, van construyendo creencias que forman los paradigmas o verdades, que finalmente constituyen la vida de un individuo y por lo tanto que lo incapacitan para vivirla.

 

Reacción desproporcionada.

Por lo tanto las reacciones desproporcionadas del neurótico surgen de sus verdades interiores, conscientes o no. 

Está reacción es una respuesta de lucha o escape.  Es decir, los seres humanos igual que los animales, para poder precautelar nuestra vida, tenemos un mecanismo de sobrevivencia conocido como “lucha o huida” que se debería activar normalmente cuando estamos frente a un peligro real, entonces inconscientemente evaluamos la mejor opción de sobrevivencia,  entonces nos enfrentamos al peligro y luchamos; o decidimos que es mejor huir por la vida.

Este mecanismo se distorsiona en la personalidad neurótica, es como si el interruptor que enciende el mecanismo de “lucha/ huida” permaneciera encendido indefinidamente o se encendiera en momentos inadecuados.  Se debe a que frecuentemente su mente se encuentra en el tiempo psicológico del pasado o del futuro, donde no es posible el cambio; estando ausente del presente.  Entonces el neurótico tiende a actuar como si las situaciones más cotidianas fueran de vida o muerte, esto es muy desgastante para la persona como para los que están a su alrededor.

NO SE CONFORMA CON NADA.

El neurótico se basa en ideas perfeccionistas de la vida, eso genera que siempre las personas y las situaciones se encuentren en falta.  Seguro también podemos recordar la frase tan trillada “si no me hicieras enojar”; como que el mundo fuera responsable de lo que le sucede y de lo que no.  Estás ideas perfeccionistas, el neurótico las aplica a sí mismo y al ambiente.  Entonces prefiere evitar cualquier situación en la cuál no se sienta a nivel, lo que tarde o temprano genera aislamiento, las situaciones nuevas y desconocidas le ponen nervioso, hasta tal punto que puede descontrolarse y literalmente huir.  Va perdiendo la capacidad de adaptarse y se va rigidizando.

En el momento en que estas ideas perfeccionistas se aplica a los demás, surge rasgos como la hipercrítica, la descalificación o el sermón, como que él pudiera decir a otros; pareja, hijos, empleados la forma adecuada de hacer o de ser.

LA SOMBRA DE LA SOSPECHA.

Hay una sospecha permanente en el neurótico que le mete en muchos problemas.  Una de las manifestaciones de esa sospecha se convierte en la autopercatación excesiva de su cuerpo y su funcionamiento.  Desde contar los lunares que tiene hasta detectar la sensación más leve en relación con sus órganos y músculos; esto generalmente puede desencadenar una forma hipocondriaca de comportamiento; buscando diagnósticos con diversos especialistas, con la idea de que en algún momento se dará con el tratamiento adecuado.  Gastando así su tiempo y dinero, encerrándose en este mecanismo distractor.

 

En sus relaciones personales cercanas o lejanas, también se aplica el mismo principio, se pasa por un microscopio a las personas, buscando la falla.  Y como tenemos una condición humana, la falla tarde o temprano se encontrará, y confirmará la sospecha.  El otro, cualquiera que sea, -en algún momento me fallará o decepcionara-, esa es la creencia.  Así se encuentra lo que se busca, y se mantiene el círculo vicioso que lleva a crear la profecía autocumplidora.

FLUCTUACIÓN EMOCIONAL.

La inestabilidad se refiere a: lo que hoy es bueno, mañana quien sabe.  Hay una infelicidad de fondo, que tiñe las situaciones.  Como complacer a una persona neurótica y tenerla feliz, es un cuento de nunca acabar.  Lo que aparentemente en un momento es fuente de satisfacción; en otro momento por cualquier razón por la que se encuentre con un ánimo amargo, puede convertirse en una experiencia digna de no volverla a vivir.

El neurótico esta fuera de contacto con sus emociones y sentimientos.  Los reprime tanto los negativos como los positivos. No surgen de manera adecuada o en el momento adecuado.  No registra claramente en su conciencia las fuentes de felicidad o placer, desde el mundo de sus pensamientos prestan más atención al punto negro en el mantel blanco, lo que falta en  lugar de lo que hay.

formas de atenuar la neurosis.

Como la neurosis surge de los pensamientos que se tiene sobre la vida hay diversas formas de aquietar esos pensamientos y de controlar de alguna manera el comportamiento sobre dimensionado.  Algunas de estas, que se puede citar como efectivas, son: el deporte, las prácticas meditativas, las artes, el tratamiento medicamentoso.  Sin embargo se sugiere que estás prácticas siempre vayan acompañadas con procesos de autoconocimientos que trabajen con la raíz de los síntomas.

 

un proceso de transformación.

Se cree que los pensamientos neuróticos se van instalando en la infancia cuando el niño ha sido maltratado o mimado en exceso (ver: http://paolaayalavera.jimdo.com/2016/01/14/el-maltrato-invisible/ ).  Entonces creencias inadecuadas se convierten en verdades que dejan muchas zonas de la personalidad inmaduras.  Lo lógico sería que la persona se de cuenta, de sus propios puntos ciegos y que pueda trabajarlos, ampliando las ideas que tiene sobre sí mismo y la vida; así cambiando su mapa mental, por uno más maduro y saludable.  Es decir aprendiendo a apreciar lo que la vida tiene para ofrecer (ver http://paolaayalavera.jimdo.com/2015/12/06/un-regalo-con-alma/ ).

Claro la persona neurótica tiene derecho a quedarse con su neurosis si así lo desea, pero también tiene derecho a buscar una vida con más satisfacción.  No es un camino fácil ni rápido.  Es un trabajo arduo con la estructura del ser, sin embargo es un camino que vale la pena.

 

Dra. Isabel Ayala Vera.

PSICOLOGA CLÍNICA

INGENIERA COMERCIAL

ANALISTA JUNGUIANA

+593996050245

Los derechos del texto y las fotografías son de Paola Isabel Ayala Vera. Se puede citar el presente artículo con la debida referencia