Tal vez está sea la respuesta para ganarle la partida a esta crisis humana, recordar que al respetar a otro se ejerce también el respeto uno mismo, y que el bienestar ajeno contribuye al propio bienestar.
Estamos siendo sacudidos por una situación que de ninguna forma está en nuestras manos que termine, estamos siendo interpelados por nuestros propios temas pendientes, por nuestros propios anhelos olvidados.
(...) la naturaleza propia, tarde o temprano se verá instada a reconocerse a través de la coincidencia de dos, saldrá a flote lo que le es natural y que urge expresarlo. Y es así como el encuentro se convierte en un pretexto para verse uno mismo y cuestionar el camino elegido (...)
Unos más tarde y otros más temprano tendremos que aprender a soltar aquello que amamos en la vida, el transcurrir del tiempo nos va mostrando el momento menos esperado que desde nuestra condición humana nada es infinito.
Tal vez sí nos dejamos impactar por la belleza suprema, podríamos soltar el andamiaje que nos mantiene cautivos en roles que van rigidizando nuestra esencia. Tal vez es el momento de devolverle su lugar a lo que importa, de darle la preeminencia a lo fundamental.
Ponerse en acción en cuanto a lo que esté pendiente, puede cambiar la actitud de la persona considerablemente, buscar caminos reales por los cuales la energía del anhelo puede fluir de alguna manera, puede desenmarañar esos estados de ánimo liosos y infundir en la persona bríos renovados para continuar.
Hoy estamos viviendo un momento muy particular; en nombre de la autoestima, se busca la satisfacción personal en todo aspecto de la vida. Una forma de vida cada vez más habitual, que deja de lado a quien se cree es un obstáculo para la realización de un deseo. Cuando un niño se avergüenza por algo que ha hecho, esto muestra que se han interiorizado ciertos valores promulgados por su familia o el entorno social en el que habita y que el niño se ha dado cuenta que ha trasgredido las normas...
Cada día es una nueva oportunidad que se la puede vivir de la mejor manera posible. La persona se dispone a que el futuro sea mejor, incluso a ser mejor en cada nuevo momento de su vida. Sin embargo hay veces en que comportamientos estereotipados y repetitivos que se han ido interiorizando casi sin percibirlo en el transcurso de la vida, parecerían ejercer su poder más allá de la voluntad individual. En otras ocasiones el pasado personal y familiar pesa, y moldea la vida de una forma...