Si conocemos los tesoros que contiene nuestro ser podemos compartirlos. Las cualidades de cada persona tienen mucho valor, aquellas contribuyen de formas inesperadas al entorno, aquellas cualidades que convocan y crean nuevas posibilidades de concretarse, es aquello que habita como un anhelo profundo en la psique de cada ser humano.
El agua como imagen puede evocar nuestro mundo emocional, ese mundo interno, misterioso, encantador, imprevisible, oscuro, temible, prístino, inaccesible, caótico, fuente de vida, diáfano.