Tal vez está sea la respuesta para ganarle la partida a esta crisis humana, recordar que al respetar a otro se ejerce también el respeto uno mismo, y que el bienestar ajeno contribuye al propio bienestar.
El proceso de cada persona es único, aunque existan circunstancias similares, estados de ánimo parecidos, el desenvolvimiento de los conflictos existenciales tienen un tempo propio para cada uno.
El amor a veces nos lleva a pensar que es preciso hacer lo imposible, por aquella persona que amamos, sea una pareja, un hijo, un padre o un amigo. A veces las circunstancias del otro nos remiten a nuestros más profundos temores y quisiéramos encontrar aquella solución que allane su camino. El sufrimiento es lo que hace que una persona se acerque a la consulta psicológica, sufrimiento de todo tipo, uno de los sufrimientos más profundos es aquel relacionado con el dolor de alguien que se...