Unos más tarde y otros más temprano tendremos que aprender a soltar aquello que amamos en la vida, el transcurrir del tiempo nos va mostrando el momento menos esperado que desde nuestra condición humana nada es infinito.
El inicio de un nuevo año, de muchas maneras puede ser una oportunidad. Marca el fin de un ciclo y por supuesto la posibilidad de proponer nuevos horizontes para nuestra existencia.
A nivel psicológico los seres humanos estamos profundamente conectados con estos ciclos naturales, los tiempos de cosecha son esos momentos en que la persona necesita recolectar lo que la vida trae, reflexionar en lo que ha sido para ella ese tiempo, entonces ser capaz de agradecer por todo lo que ha recibido, percatarse de los aprendizajes de sus propios aciertos y errores.