Hay restricciones externas e internas frente a lo que ha propiciado esta pandemia, los gobiernos promulgan una nueva normalidad que no saben ni ellos mismos a dónde nos conducirá. La vida no se puede detener, porque eso tampoco es factible para la sobrevivencia, pero tratar de volver a la vida anterior por el momento es una fantasía.
...tratando de limpiar, ordenar y purificar el mundo externo. Cuando lo que se tiene que volverse salubre es nuestro mundo interno, paradójico, tristemente paradójico. Por más que nos esforcemos en darle un orden a lo de afuera, sin considerar lo que nos está pasando dentro, el esfuerzo no nos conducirá a ningún lado, hemos arado en el mar.