Un ejercicio cotidiano de estar presente en uno mismo, percatándose de lo que se siente, de lo que se piensa, y actuando en concordancia. Siendo fiel a uno mismo. Resolviendo en nuestra vida, aquello que requiere de una intervención activa y haciendo entonces lo que nos corresponde (...) No necesitamos perfección, si mucha comprensión de nuestra propia naturaleza (...)
Unos más tarde y otros más temprano tendremos que aprender a soltar aquello que amamos en la vida, el transcurrir del tiempo nos va mostrando el momento menos esperado que desde nuestra condición humana nada es infinito.
Ponerse en acción en cuanto a lo que esté pendiente, puede cambiar la actitud de la persona considerablemente, buscar caminos reales por los cuales la energía del anhelo puede fluir de alguna manera, puede desenmarañar esos estados de ánimo liosos y infundir en la persona bríos renovados para continuar.
La palabra Navidad está relacionada con la capacidad de dar y recibir amor. Con el tiempo de conectarse conscientemente con la paz. En los procesos psicoterapéuticos los recuerdos vinculados con haber recibido amor, son muy significativos, son los que dejaron una huella de valoración positiva hacia la vida y confianza hacia al camino personal. Estos recuerdos son importantísimos para la integración consciente de los dones más preciados a la totalidad del ser.
Hoy estamos viviendo un momento muy particular; en nombre de la autoestima, se busca la satisfacción personal en todo aspecto de la vida. Una forma de vida cada vez más habitual, que deja de lado a quien se cree es un obstáculo para la realización de un deseo. Cuando un niño se avergüenza por algo que ha hecho, esto muestra que se han interiorizado ciertos valores promulgados por su familia o el entorno social en el que habita y que el niño se ha dado cuenta que ha trasgredido las normas...