El inicio de un nuevo año, de muchas maneras puede ser una oportunidad. Marca el fin de un ciclo y por supuesto la posibilidad de proponer nuevos horizontes para nuestra existencia.
Si conocemos los tesoros que contiene nuestro ser podemos compartirlos. Las cualidades de cada persona tienen mucho valor, aquellas contribuyen de formas inesperadas al entorno, aquellas cualidades que convocan y crean nuevas posibilidades de concretarse, es aquello que habita como un anhelo profundo en la psique de cada ser humano.