...tratando de limpiar, ordenar y purificar el mundo externo. Cuando lo que se tiene que volverse salubre es nuestro mundo interno, paradójico, tristemente paradójico. Por más que nos esforcemos en darle un orden a lo de afuera, sin considerar lo que nos está pasando dentro, el esfuerzo no nos conducirá a ningún lado, hemos arado en el mar.
(...) la naturaleza propia, tarde o temprano se verá instada a reconocerse a través de la coincidencia de dos, saldrá a flote lo que le es natural y que urge expresarlo. Y es así como el encuentro se convierte en un pretexto para verse uno mismo y cuestionar el camino elegido (...)
La vida se va componiendo de momentos, de escenas que van formando el álbum de una existencia. ¿Qué compone una vida en particular sino las acciones que se repiten a través del tiempo? Es en el transcurrir de cada día que vamos haciendo nuestra historia. Las decisiones tomadas son las que van dando un cariz a ese tejido llamado vida.
Ponerse en acción en cuanto a lo que esté pendiente, puede cambiar la actitud de la persona considerablemente, buscar caminos reales por los cuales la energía del anhelo puede fluir de alguna manera, puede desenmarañar esos estados de ánimo liosos y infundir en la persona bríos renovados para continuar.
La palabra Navidad está relacionada con la capacidad de dar y recibir amor. Con el tiempo de conectarse conscientemente con la paz. En los procesos psicoterapéuticos los recuerdos vinculados con haber recibido amor, son muy significativos, son los que dejaron una huella de valoración positiva hacia la vida y confianza hacia al camino personal. Estos recuerdos son importantísimos para la integración consciente de los dones más preciados a la totalidad del ser.
El agua como imagen puede evocar nuestro mundo emocional, ese mundo interno, misterioso, encantador, imprevisible, oscuro, temible, prístino, inaccesible, caótico, fuente de vida, diáfano.