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UNA NUEVA OPORTUNIDAD.

Cada día es una nueva oportunidad que se la puede vivir de la mejor manera posible. La persona se dispone a que el futuro sea mejor, incluso a ser mejor en cada nuevo momento de su vida.   Sin embargo hay veces en que comportamientos estereotipados y repetitivos que se han ido interiorizando casi sin percibirlo en el transcurso de la vida, parecerían ejercer su poder más allá de la voluntad individual.  En otras ocasiones el pasado personal y familiar pesa, y moldea la vida de una forma determinada, algunas veces no funcional o satisfactoria para el momento actual.  Así como las personas cuentan con una capacidad de decisión, también a lo largo del tiempo se ha ido constituyendo un inconsciente personal y familiar, que ejercerá una tendencia determinada frente a cada situación más allá de los deseos conscientes de la persona.

 

Cuando alguien se formula un compromiso para un nuevo tiempo, sería importante trabajar con estos aspectos desconocidos.  Acercarse así cada vez a la libertad de opción.  Los procesos que conllevan al autoconocimiento y al desarrollo psíquico podrían ser una posibilidad para avanzar en la vida y no solamente buscarlos en tiempo de urgente necesidad.

 

¿QUIÉN HACE PSICOTERAPIA?

Participar en un espacio para conocerse a uno mismo, pasar de la queja a la acción, generar el cambio en lugar de esperar que el mundo cambie, asumirse, responsabilizarse de la vida y de las decisiones cotidianas, vivir conscientemente la libertad de elección y sus consecuencias. Acceder a las propias potencialidades y trabajar con los aspectos que generan perturbaciones o disturbios a uno mismo y al entorno.  Permitirse acceder a lo desconocido del propio ser, aprender de las experiencias y las relaciones, ir más allá de la fachada de perfección y reconocer lo que se guarda en lo profundo.  Sincerarse.

 

Estas generalmente no son ideas que en un primer momento conducen a una persona a acceder a un proceso terapéutico,  estas intenciones, son hallazgos que se irán forjando probablemente durante  el proceso mismo de la psicoterapia, porque lo que ha llevado a una persona a buscar asistencia psicológica en un porcentaje muy alto será una crisis.

 

CRISIS NATURALES Y CIRCUNSTANCIALES.

Lo que conduce generalmente a las personas a buscar psicoterapia son las situaciones críticas en la vida.  Las crisis conducen a momentos de cambio, y el cambio genera inevitablemente estrés.  Tanto las familias como las personas tienen una capacidad muy grande de soportar las crisis, como los efectos emocionales que estas conllevan. Es sólo cuando el estrés empieza a movilizar la calidad de vida de la persona o la familia, cuando ya  la situación se ha tratado de lidiar y de resolver con los recursos que se tiene a mano; y la crisis perdura o se agrava, entonces es probable  que algún miembro de la familia busque ayuda.

Las crisis naturales de desarrollo son las que se esperan se presenten a lo largo de la vida, entre las más evidentes está la adolescencia, la búsqueda vocacional, la de la mediana edad y de la tercera edad.  Aunque estos cambios son naturales y todos las personas las experimentan, también producen estrés y miedo a lo diferente, generando dolor e incertidumbre.

 

Las crisis circunstanciales sin embargo son inesperadas, están relacionadas con catástrofes, accidentes, enfermedad, delitos, divorcio, viudez, asaltos, graves problemas sociales, etc. Estas crisis conllevan un impacto psicológico mucho más fuerte en las personas. Por que pueden aparecer en cualquier momento desestructurando la vida y trayendo consigo un sentimiento de indefensión que puede generar otros padecimientos tanto psíquicos como físicos.

Las crisis son un peligro porque conducen a la persona a sentimientos y emociones caóticos, también son una oportunidad porque permiten que la persona se replantee su vida y que se transforme en el proceso.

 

ATENDER LA CRISIS.

En el momento emergente de la crisis, es importante atender lo que está sucediendo.  Comprender el proceso por el que se está pasando, atender los sentimientos de confusión, miedo, dolor, pérdida; es indispensable.  Luego avanzar a través de las tareas que cada crisis trae, encontrar nuevas formas de adaptarse al cambio y entonces puede suceder lo inesperado. 

 

después de la tormenta.

El proceso de terapia deja de ser un lugar donde desesperadamente se busca alivio, para convertirse en un espacio de crecimiento y desarrollo, más allá de la crisis.  Cuando se avanza por este camino la persona se encuentra frente a preguntas que jamás se había planteado, algo a germinado sin darse cuenta y un nuevo caudal creativo busca su sendero.

 

psicoterapia camino de conciencia.

Uno de los niveles de la psicoterapia permite un espacio de aprendizaje, que tiene que ver con la propia personalidad, los estratos menos comprendidos y a veces ocultos de uno mismo.  Esto puede abrir un nuevo abanico de posibilidades, que rompe con las ideas rígidas de lo que cada persona es, para descubrir aquello que todavía no sabe que se es, y que sin embargo se constituye en un nuevo abanico de posibilidades.  Transitar un camino terapéutico puede significar descubrir nuevos parajes internos, renovadas intenciones para la vida, incluso nuevas formas de hacer lo cotidiano.

 

Por lo menos una vez en la vida se podría vivir esta experiencia donde se puede abrir un espacio para ser escuchado, comprendido y reconocido por uno mismo.  En ese momento si se estará dando el paso para un nuevo tiempo. Porque la transformación que una persona hace en sí mismo transforma también su entorno.

 

 

Dra. Isabel Ayala Vera.

PSICÓLOGA CLÍNICA

INGENIERA COMERCIAL

ANALISTA JUNGUIANA

+593996050245

Los derechos del texto y las fotografías son de Paola Isabel Ayala Vera. Se puede citar el presente artículo con la debida referencia