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TÚ Y TUS CIRCUNSTANCIAS.

Mucho se habla hoy de que se tiene que aprovechar cada momento, de vivir la experiencia al máximo, de no dejar pasar oportunidad alguna, que la vida es una sola y hay que vivirla totalmente.  Como si los seres humanos tendríamos la obligación de estar al límite de nuestro potencial constantemente.  Se podría pensar que estar de un ánimo óptimo para cada ocasión, es lo mínimo que se puede pedir.  Eso significaría ponerse una máscara bien diseñada para la ocasión que permita ocultar del público presente la propia humanidad.

 

La experiencia en el  consultorio psicológico muestra que esa postura social, puede generar en las personas una forma parcializada de verse y de ver la vida.  Debido a esta presión social la persona puede sentirse inadecuada, carente o en peor de los casos con serias deficiencias emocionales.  Qué término más prepotente se usa ahora: “ser siempre un ganador”. ¿Un ganador de qué? Tal vez de un ataque de pánico, de un infarto, de una valoración de sí mismo dependiente de los logros, de una máscara social prefabricada, de una sería incapacidad de conexión con los demás. Tal vez se tendría que hacer una nueva escala de valoración frente a lo que significa ganancia.

 

una mentira dicha mil veces.

¿A qué se refiere esta falacia psicológica de siempre dar lo mejor, de siempre sumar, de siempre estar al máximo?  Son tantos los clichés que circulan por la red martillando esa actitud falsa y perfeccionista.  Chatarra por internet.   Hoy más que nunca las personas toman una postura de mostrarse como un escaparate que siempre exhibe lo que demanda el mercado, aún a costa de su propia alma, porque para la psicología profunda el alma es una gama de posibilidades de ser, que trae implícito una serie de matices diversos de relacionarse. El alma no es una caricatura,  que siempre puede mostrarse de la misma manera, estereotipada y predecible.  Pero si hoy por hoy esa es la demanda social, no salir del status quo.  Vestir, divertirse, comer, y relacionarse como se nos dice que debería ser. Nacer, crecer, reproducirse y morir. ¡Acaso no es lo aceptable¡

 

¿Por qué muchos adolescentes hoy por hoy se autolesionan? Puede haber diversas respuestas, las que yo he encontrado desde mi consulta, es el odio a sí mismos. Tomar cualquier fallo como una derrota, y esa derrota como una anulación de su ser, como una deformidad de su esencia.  Nunca es suficiente, ese es el pan de cada día hoy por hoy, los jóvenes reciben de una sociedad enfermamente perfeccionista este mandato.  Si eres bueno, puedes ser mejor.  Si puedes ser excelente en matemáticas esfuérzate por serlo en literatura.  No hay límites.

 

Un terrible mensaje que se envía.  El mensaje traducido sería: “no tienes derecho a descansar, a rendirte, a equivocarte”. Un barril sin fondo de exigencias, repetidas una y otra vez en cada lugar donde se forma el niño. No valgo por lo que soy, valgo por lo que hago, por lo que muestro y por lo que los otros pueden aplaudir. Valgo cuando soy visto y felicitado; y cuando no es así, sólo queda el vacío.

motivación o coacción.

Está bien que los padres y el sistema educativo incentive a los niños y adolescentes en sus potenciales, siempre y cuando se lo haga desde la calma y la alegría.  Lo que sucede es que tenemos un arsenal de motivación externa despiadada, motivar se ha convertido en coacción, “si no puedes hacerlo es porque no quieres”.  ¿Qué significa eso?  El ser humano tiene que ser una máquina de éxitos; ¿cuál sería el objetivo? Súper humanos,  seres extraordinariamente productivos, mega inteligentes, ultra versátiles, y al mismo tiempo sanos, con todo lo que eso implica.  Aún no he conocido a nadie así, pero he recibido en consulta personas traumatizadas, porque no saben que falla en ellos, personas neurotizadas porque no pueden expresarse humanamente, personas con ataques de pánico que no saben cómo controlar las circunstancias, persona deprimidas porque piensa que no son suficientes para el entorno, para su familia y para sí mismas.

lo humano naturalmente

Recordemos que no todo lo que el marketing vende es real.  “Resuelva todos sus traumas, sea la mejor versión de sí mismo, tenga la vida que siempre ha deseado, mantenga relaciones sin conflictos y llenas de dicha, conviértase en un ser de otra dimensión”.  Estas frases con las que venden muchas mentiras hoy, son tan neuróticas, y se han infiltrado como verdades incuestionables y falsos modelos a seguir, para malestar de muchos.

 

El ser humano, en este mundo jamás dejara de ser eso HUMANO, entonces no será perfecto, tendrá distintos estados de ánimo, la alegría y la tristeza serán parte de su vida, a veces será altruista y otras se pondrá verde de envidia. Amará profundamente y odiará a veces también.  Luchará por hermosos ideales, y hará unas cuantas canalladas de vez en cuando, se especializará en algunas cosas y en esas será aceptablemente bueno, en ocasiones magnifico y en otras será un desastre, pero quién sabe si en eso que no es tan bueno pero le gusta encuentra placer y conexión, no en nombre de la productividad y el éxito, sino en nombre de la realización que no se mide en prestigio.

 

las circunstancias.

No podemos hablar de nuestro camino sin nuestras circunstancias, situaciones que no dependerán de nuestro querer; que tendrán que ver con variables que generarán un escenario afuera y con esto reacciones internas inesperadas. Somos un calidoscopio, y cómo posibilidad humana tenemos una serie de emociones y sentimientos; y desde ahí reacciones que en el mejor de los casos irán en coherencia, sin embargo habrá veces en que ni siquiera eso será posible.  Un ejercicio cotidiano de estar presente en uno mismo, percatándose de lo que se siente, de lo que se piensa, y actuando en concordancia, puede ayudar en el propósito de la coherenca.

 

Siendo fiel a uno mismo. Resolviendo en nuestra vida, aquello que requiere de una intervención activa y haciendo entonces lo que nos corresponde; teniendo la conciencia que hay otras cosas que corresponde a otro orden y por lo tanto no están en nuestras manos cambiar, y no por ello sentir que hemos fracasado o que somos de algún modo menos que alguien más. Aceptando nuestras luces y nuestras sombras, recordando que esa es la condición humana, y que ahí radica la riqueza de la vida. No necesitamos perfección, si mucha comprensión de nuestra propia naturaleza, para que cada día nos encontremos con la vida desde la posibilidad de vivir una experiencia más de nosotros mismos y del mundo.

 

Dra. Isabel Ayala Vera.

PSICÓLOGA CLÍNICA

INGENIERA COMERCIAL

+593996050245

Los derechos del texto y las fotografías son de Paola Isabel Ayala Vera. Se puede citar el presente artículo con la debida referencia