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EL COMPORTAMIENTO PSICOPÁTICO EN LA SOCIEDAD.

La palabra psicópata nos trae a la mente la maldad en la persona, en el nivel más alto de la escala se encuentran clasificados los asesinos seriales, sin escrúpulos, desalmados, con una capacidad de hacer daño a otros seres por el deseo de hacerlo.  Este es el extremo de la psicopatía, sin embargo hay personas que no llegan a estos extremos, aparentemente funciona bien en de la sociedad y no emerge este nivel extremo de maldad,  puede existir en la persona común  rasgos psicopáticos, es decir: “ mis intereses propios priman sobre mis actos. Con una escaza empatía sobre los demás,  dejando de considerar los sentimientos o necesidades del resto.

 

De lo que se puede ver en consulta, va en aumento este tipo de comportamiento psicopático en la población.  Las personas dentro del razonamiento generalizado que se maneja ahora hablan de sufrir lo menos posible a cualquier precio, hablan de procurar el propio bienestar pensando primero y únicamente en sí mismos.  Prima hoy por hoy la intención de salvaguardar los propios intereses y sacar partida de las situaciones para los propios beneficios.  Podemos verlo en la vida cotidiana, la actitud competitiva es lo que está a la orden del día, mientras que se va mermando cada vez más una actitud cooperativa.

valores en desuso.

En una sociedad donde la apariencia es lo que cuenta, se da más importancia a lo que se muestra que a lo que se es.  En la que vales por lo que tienes y no por lo que eres, en la que las redes sociales muestran la miseria humana de la imagen prefabricada, una imagen falsa. Cuando deja de importar lo esencial por lo accesorio.   

 

Al dar primacía al hacer, al poseer, esa es la base donde puede propagarse las premisas de un comportamiento psicopático. Si lo que rige el éxito en la vida es el dinero y la apariencia, encontrar las formas de obtenerlo es lo mueve la sociedad.  El bienestar hoy se mide por el poseer, cualquier cosa que se pueda poseer incluso a otros.

las redes sociales.

Una red es algo que puede sujetar, sostener y contener.  En psicología crear redes se ha utilizado como una técnica para prevenir el estrés; ha sido muy importante contar con redes relacionales que le permitan a una persona sentirse segura y sostenida en los tiempos de crisis, cuando las relaciones son significativas la red sirve en este sentido.

 

Todo lo contrario de lo que ahora pasa con las redes sociales en el ciberespacio, donde las relaciones son superficiales, temporales, impersonales.  Ahí ya no hay contención, ni tampoco un sentido de pertenencia. 

 

De los documentales realizados en el último tiempo, por ejemplo sobre aplicaciones para conocer personas como tinder;  se puede concluir que la imagen de la persona es puesta en un catálogo, como si de una mercancía se tratara, no hay la intención de conocer quien realmente es la persona, sólo de consumirla, no estamos hablando de relaciones sino de encuentros superficiales, breves y eventuales; no importa quién es el otro, ni lo que pasará mañana, importa que ahora se puede acceder sin ningún esfuerzo ni compromiso a satisfacer una necesidad inmediata, y luego de eso no hay nada más que decir.

sólo eres una experiencia.

La vida se compone de experiencias, es verdad, sin embargo entre menos significativas sean las experiencias la vida misma se vuelve menos significativa.  Las relaciones hoy se manejan así, como una experiencia que debe darte gratificación inmediata con la menor incomodidad posible, y sobre todo evitando cualquier dolor, por eso tal vez se evita en un número importante de la población entrar en cualquier tipo de compromiso.  ¿Para qué se va hacer compromiso? Si lo que se quiere obtener se lo puede hacer sin èl.

 

La premisa más tóxica de nuestro tiempo: “El que se enamora pierde”, retrata el deterioro en la capacidad de vincularse con otro ser humano.  Como si el amor fuera una competencia, y el no sentirlo fuera la ganancia.  Tal vez ese es el foco del cual surgen como respuesta las muchas formas de deterioro psicológico en  la actualidad.

 

Pensar que el amor es un problema y no un don que puede llevar a un ser humano a una forma de realización deja mucho que pensar, que tipo de interacciones estamos buscando, aquellas que le vuelvan a una persona fría y calculadora, aquellas en que el otro no es un ser con quien compartir, sino con quién competir, aquellas que generan oportunismo como una forma común de entrar en las interacciones.

¿CUÁL VA A SER TU RESPUESTA PERSONAL?

El espíritu vigente en la sociedad en los diferentes tiempos marca caminos, pone sobre la mesa intereses y delinea como serán las interacciones.  El espíritu de este tiempo desde lo que se ve en consulta es salvarse aunque tenga que pisar al otro, no vincularme, no sentir, ganar, aprovechar las situaciones, obtener.

 

“Pero si todos los hacen”.  Que un gran número de la población tenga un determinado comportamiento no significa que es sano, ni significa que está bien. Hay contagio social, y una forma de comportarse puede ser vivida como propia sin darse cuenta que simplemente es una forma de calzar en el medio. Las personas que viven su vida con menos conciencia tienden a sumergirse en los comportamientos sociales y replicarlos, sin una verdadera reflexión al respecto.

 

Pero no olvidemos que hay una respuesta personal, frente a lo que la sociedad plantea, una que sólo le corresponde a cada uno, una que viene de la propia moral, una que es individual, única y auténtica, a lo que cada uno en su fuero más interno es.  ¿Cuál va a ser tu respuesta?¿Qué tienes que decir sobre lo que le da fundamento a tu ser?¿Qué es lo que vale para ti?¿Qué valor le das a las relaciones?¿Qué sentido tiene para ti el amor?¿Qué sentido tiene para ti vincularte y querer permanecer en ese vínculo?

 

Son preguntas que nos pueden conducir a percatarnos de nuestra propia filosofía de vida, a tomar en cuenta la forma particular en que queremos vivir, y lo qué resulta significativo para nuestra existencia.  Tener voz propia en un sociedad estereotipada es concederse la libertad de ser uno mismo.

 

Dra. Isabel Ayala Vera.

PSICÓLOGA CLÍNICA

INGENIERA COMERCIAL

ANALISTA JUNGUIANA

+593996050245

Los derechos del texto y las fotografías son de Paola Isabel Ayala Vera. Se puede citar el presente artículo con la debida referencia